SENTIR

Tener un corazón: Un privilegio del que todavía gozo; una maldición en estos tiempos materiales. El sentir realidades, caminar descalzo para disfrutar el suelo.

SENTIR. SOÑAR. VOLAR. AMAR.

Nadie busca, el amor llega, pero no destroza, si es lo suficientemente real, cada quien se destroza a sí mismo, idealizando, imaginando, viviendo por vivir.

Aún así, mi corazón es frágil, no destruido. Mi cabeza esta postrada en mi cuello, para hacerme recordar, para no dejarme olvidar. Mi corazón intacto, mi paso que deambula, mi ojos que no ven y mis oídos que sienten más que mi piel.

Mi boca y mi sonrisa que no se van, que le dan las gracias a la vida. Mi cabello que siente la libertad. Mi cuerpo que baila, que le baila a la vida. Mi voz que se hace escuchar, para enseñar, para sacar lo que llevo dentro, que si se queda ahí, muere.

Compartir. Volver a vivir, en muletas, pero camino, cada vez más lejos, cada vez más cerca, cada vez mejor, porque sé que siempre voy a ser yo, un libre, feliz yo.

La gente a mi alrededor, la gente que me ve, que me escucha, con la que juego a intercambiar, que nos moldeamos mutuamente. Soy un pedacito de las mejores personas en mi vida, soy lo que amo.

Increíble. Increíble pensar en lo que soy. Pensar que el amor es lo que nos hace: El amor a la vida, el amor a los que te aman, el amor a lo que amas. Simple y sencillamente es amor, el cual necesitamos, y necesitaremos el resto de nuestros días. Toma el amor que recibes, para que lo absorbas y ames sin parar, hasta ser tu, quien se convierta en el mismo amor.

Gracias vida, gracias por el amor.

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